quinta-feira, 9 de setembro de 2010

Esperanza - una historia de vida (1), por Raúl Iturra

La conocí vestida de luto . Su padre, Antonio Dobarro, por el lado de su padre, Domigos Dobaro Touves e de su madre, Teresa Dobarro, había fallecido dos años antes de yo llegar a sus tierras, la Paroquia de Vilatuxe como se dice en luso gallego. No carecía de sentimientos, su tristeza venia de ese fallecimiento. Había sido una familia muy unida e cariñosa en sus relaciones, no apenas en la casa donde morava, bien como con el resto de la familia que en la jerga antropológica denominamos la familia extensa o extendida. Su tristeza era para ella, los otros no tenían que soportar su dolor, no era falta de ellos que su padre se hubiera muerto. Los años y el duro trabajo de jornalero, lo habían matado.


Antes de Esperanza existir, Galicia había sido gobernada por varios Condes y Condesas, Reyes y Reinas, como relato en el texto que sigue a estas palabras. De todos ellos habla la Historia, excepto de la mejor Reina que Galicia tubo, Esperanza de Vilatuxe, cuya historia queda grabada en este texto, texto que la hace parte de lo que un día fue el Reino de Galicia. Esperanza, que gobernó una familia inmensa y supo saber cómo hacerlo, en compañía de su marido Herminio, que la ha sobrevivido.

Su padre había nacido en el lugar de Vilatuxe , uno de los catorce lugares en que la parroquia estaba diseminada, en el año de 1893, a los 76 años de una vida dura y muy trabajada, personas sin tierra, que tenían la necesidad de arrendar tierras a las casas propietarias, que, por su vez, necesitaban mano de obra para obtener los productos que la tierra da, que esos propietarios precisaban para vender y acudir al mercado. Como he definido en otros libros sobre Vilatuxe, existía el contrato de usufructo, el más usado entre la inmensa población de esta circunscripción de Vilatuxe. Es necesario recordar que, siendo Galicia un país católico, la división de esta parte del país, eran las parroquias que, por su vez, pertenecían a un Concejo, en este caso, al de Lalín, uno de los varios que constituían la Provincia de Pontevedra. Pontevedra, por su vez, era una de las cuatro provincias que constituían el antiguo Reino da Galicia – Galiza, en luso gallego-, que, en esos tiempos, como hoy, ya no era monarquía.

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