quinta-feira, 16 de setembro de 2010

Esperanza - unia historia de vida - 7, por Raúl Iturra

(Continuação)

Quedan hoy en día, los herederos: de la tía Pura Fernández, su hijo único, Manolo el Maestro, y quién yo llamo mi hijo gallego, Carlos Fernández Iglesias, hijo de Eduardo Ramos y Encarnación Iglesias, ambos muy ancianos y enfermos. Como Pura Fernández fue quién lo crió porque sus padres estuvieran emigrados en Venezuela por más de quince años y lo dejaran con ella desde el día del nacimiento hasta completar su catorce años, de inmediato le hizo donación en vida de una gran cantidad de ferrados en tierra, que Carlos, que es Agente Comercial, su Mujer Concepción Maestra en lenguas y su hija Mar, estudiante, como me dijo en Vilatuxe en estos días, lo hace porque lo divierte y es su verdadera vocación. Ese Carlitos para mí, que me acaba de enviar, interrumpiendo sus sagradas vacaciones, el más reciente libro de Isabel Allende, 2009: La Isla Bajo el Mar, editado por Plaza y Janés, Random House, Mondadori, S.A, Barcelona.


La historia de las otras familias, todos mis parientes adoptivos, continuara con la emigración de Eduardo Ramos, casado con Encarnación Iglesias de Parroquia de Barcia, para Venezuela. Tuvieran dos hijos, Olga e Carlos, la primera agricultora, que con su marido Vitoriano y después con su hija Verónica, marido y nietos, administraban los establos del papá, en conjunto con su marido, mientras Carlos, casado con Concepción Dias Ginzo, Maestra en Lenguas, como referi dos líneas antes, y con una deliciosa hija llamada Mar, estudiante del 1º año de Bachillerato, como me han relatado pocas semanas antes, cuando yo iba con Maria da Graça para Vilatuxe Lugar, me lo encuentro y me relato, de forma sintética, toda esta historia. Carlos pasó a combinar dos tipos de trabajo: Agente Comercial, y, en sus tiempos libres los dedicaba a la agricultura, que trata de las fincas heredadas do su tío soltero, Manolo El Pastelero y de Pura. Esla tercera actividad que he visto a Carlitos querer realizar: cuando era niño, le gustaba el dibujo, la pintura y la decoración de interiores y a eso dedicó sus estudios. Pero como en el Concejo de Lalín nada de estos asuntos no tenían éxito, lo dejó como entretención y se dedicó a trabajos más rentables, esos que dan más dinero, como los ya enumerados.

No eran apenas éstos los que renovaban la sociedad. Primero, habían subsistentes, como el hermano de Esperanza, Amado, que ya he referido como un hombre sólo, sordo, de mucha edad y sólo.

Sociedad que tuvo que ser renovada por el fallecimiento de la prima Consuelo Ferradás Fernández, que heredara las propiedades adquiridas por mi amigo del alma, el Párroco Luís Vázquez Lamela en el lugar de Vilatuxe, propiedades que consistían en el Paço de Vilatuxe, la tierra que lo circundabas, remodelara el Paço y lo dio en herencia a la mujer que tantos años trabajara para él, Consuelo, casa en la que acaba de fallecer ya muy viejecita, como su madre, de quién he hablado antes, Filomena Ferradás Gonzáles, viuda de Benito Ferradás, esa raza que se sublevó contra la monarquía española en 1868 y comenzó el exilio de la Monarquía, en Vilatuxe. Los motivos los sabemos, pero como digo en otro libro mío, la rebelión contra el pago del usufructo , el foro y las parcerías , comenzaran también allí, al negarse a pagar la parte que correspondía al Conde de Lemos, en las casas de sus primos y parientes, los Medela de Gondoriz Pequeño.

La impresión que Pilar Medela y yo hemos tenido, es que la Parroquia está a disminuir, especialmente por causa de las instrucciones de la Unión Europea: acabar con el eterno problema del minifundio y juntar tierras por medio de convenciones matrimoniales, usando éstos persistentes católicos, un sacramento para la circulación de las mercancías, los bienes y la sociedad que pasa a ser una cooperativa de propietarios, que saben más de la genealogía, alcurnia e antecedentes genéticos de sus animales, que de su propia familia. Continúan a nombrase por el sobre nombre, o alcuña en luso galaico, sin usar el apellido para nada. El uso del matrimonio para las compras y vendas, es administrado, como proceso, por la cooperativa del Sindicato de Propietarios, como me fue referido por su Administrador, graduado en Administración de Empresas, Emilio Batán. La Parroquia ha disminuido al dividir-se las tierras entre pocos que tienen mucho, y muchos que nada tienen, excepto el recuerdo de cómo era cuándo existían los contratos antes mencionados. Las tierras no son de ellos, son de la cooperativa, que bien puede reformar a uno de sus miembros en edad activa, cuando su hijo mayor casa, tiene hijos, recibe el curso de instrucción sobre como manipular las tierras, aprenden de semillas y de razas de vacas. Esto me fue relatado por Pepe Donseón, conocido por el nombre de Taboada, antiguo sacristán del cura, cuyo hijo debía casar con la hija de Carmen Cela, su vecina, lo que facilitaba la unión de tierras: no se pagaba, había herencias, normalmente transferidas a la Cooperativa. Pepe tenía terror de su hijo, que en breve sería su patrón. En uno de los varios días en que me convidara a comer con él, ya viudo, me confesó que no podía casar otra vez – tenia cuarenta años de edad-, porque la llegada de más hijos hacía peligrar la industria, en la cual él era apenas un criado de su hijo. Los otros hijos eran colocados por las Cooperativa en otros sitios de trabajo fuera de Vilatuxe, o eran casados con herederas de tierras que no tenían hombre en casa, como el caso de Ismael Ferreiroa, mi antiguo vecino de Carretera, cuyo hijo murió en un accidente de carro y su hija Fina, amiga de mis hijas en pequeñas, tenía que casar con el vecino de en frente, Eládio Rodriguez, que sabía alguna cosa de máquinas y tierra, pero en su desesperación, subió con el tractor a la parte más alta de su tierra, fabricó un accidente y se mató. Quedaba su hermano Florentino, que había sido enviado a estudiar arte como alternativa al trabajo de la tierra. Por causa de la muerte de su hermano Roberto, quién también fabricara el accidente porque de tierra nada sabía, la muerte de su prometido de forma trágica, Josefina Ferreiroa generó una leucemia y falleció a los 40 años. Como Pepe me contaba, ni trigo ni cebada eran posibles de plantar, excepto maíz, milho en luso galaico, para alimentar las vacas. El alimento de ellos, normalmente de su huerta en tiempos pasados, no era posible: tiraba tierra para la hierba de las vacas…

La concentración parcelaria de tierras, se tiene organizado preferentemente en los lugares de antiguos propietarios con grande propiedad, aristócratas que huyeran en la guerra civil de 1939l, comenzada, como sabemos, en el Vilatuxe de 1868 incitado el pueblo, por José Ferradás, a negarse a pagar impuestos, como relaté antes. Los grandes propietarios de Gondoriz Pequeno y Gondoriz Grande, huyeran para, años más tarde casi un siglo y medio después, a juntar la gran propiedad en los mismos sitios en que la rebelión había acontecido: los lugares los dos lugares de Gondoriz, adquiridas las tierras por José Dobarro y la familia Arca, emparentadas con los Fernández Ramos, dedicados, hoy en día, a la venta de leche por tener apenas establos, sin tierra para pastar las vacas.

Esta es la historia que iba matando a varios, entre ellos a Esperanza: la agricultura que conocían lentamente desparecían y no tenían ni el genio ni la edad para cumplir los mandatos de la Unión Europea. A su manera, continuaron con la agricultura antigua, en tanto que los Arca y los Dobarro de Gondoriz, pasaban a ser los grandes propietarios, con siervos o jornaleros a trabajar para ellos: el feudalismo gallego, volvía…, quisieran o no, para mantenerse como Región autónoma de la Unión Europea.

Qué es Vilatuxe, entonces?

San Lourenzo de Vilatuxe é unha parroquia que se localiza no concello de Lalín. Segundo o padrón municipal de 2004 tiña 719 habitantes (376 mulleres e 343 homes), distribuídos en 17 entidades de poboación, o que supón unha diminución en relación ao ano 1999 cando tiña 796 habitantes.

Vilatuxe estaba na ruta do camiño dos arrieiros que se dirixían a Santiago procedentes do Ribeiro, por iso a súa economía estaba baseada nos mercados, nas pousadas e na fabricación queixos e manteigas.



Houbo cunha importante feira, a dos Carballiños, que desapareceu nos anos corenta.

A igrexa, construída a finais do século XIX, ten unha torre barroca. Na arquitectura local destacan un raro exemplar de hórreo de esquina e as casonas de Outeiro e Pita, que conservan elementos do seu pasado fidalgo.



Iglesia Parroquial.

Concello: Lalín


Área: 18 km²

Poboación: (Ano 2004) 719 hab.

Densidade: 39,94 hab./km²

Entidades de poboación: 17

Lugares da parroquia de Vilatuxe no concello de Lalín (Pontevedra)

Afonsín
A Balagosa
Barciela
Bustelos
Os Carballiños
Castro de Arriba
Gondoriz Grande
Gondoriz Pequeno
Lodeirón
Moa
O Outeiro
Piñoi
A Saborida
San Lourenzo
A Torre
A Varela
Vilatuxe

Esta es, en fin, el centro da Parroquia de Vilatuxe, antes de comenzar a mudar de la agricultura de subsistencia a las normas indicadas por el régimen agrícola de la Unión Europea. La Iglesia y las formas de vida que la Nai Esperanza conoció.

(Continua)

1 comentário:

  1. Por pura casualidad me encontré con estos cuentos sobre Vilatuxe, los que me causaron un tremendo impacto, comenta usted que la señora Consuelo Fernández hereda un pazo en Vilatuxe que antes pertenecía a Don Luis,mucho le agradecería que primero se informara antes de hablar a la ligera. La señora Consuelo heredó esa PARTE de lo que fue un pazo de sus PADRES, ni siquiera un pazo completo por que el mismo estaba dividido en cuatro casas independientes don Luis no tenía ninguna propiedad en Vilatuxe.

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